La Diputada General de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, el obispo de Bilbao, Joseba Segura y el párroco de Begoña, Ignacio Fernández han presentado esta mañana en la basílica de Begoña el proyecto de intervención arqueológica y revalorización del templo. Este proyecto tiene el objetivo de profundizar en el conocimiento del origen del culto cristiano en Bizkaia y del primer asentamiento poblacional de Bilbao, así como enriquecer el patrimonio histórico y cultural del territorio. A los pies de la Amatxu, puede que se encuentren las ruinas de una ciudad indígena conocida como `VECVNIA´ que, según las hipótesis, fue colonizada durante la época romana. Aunque la existencia de esta ciudad nunca ha sido confirmada, se plantea que los habitantes de VECVNIA podrían ser los ancestros de la población actual de Bilbao y que su asentamiento se ubicaba en la colina de Artagan.
El proyecto que se ha presentado hoy, tiene como premisa la preservación de las funciones espirituales y devocionales actuales de la basílica mientras se lleva a cabo la intervención arqueológica y arquitectónica integral. Así, para garantizar la continuidad del culto, la Institución Foral establecerá ritmos de trabajo que permitirán mantener al menos el 60% de la iglesia siempre accesible durante las fases de excavación.
Esta intervención representa un hito en la conservación del patrimonio histórico y cultural de Bizkaia, promoviendo la investigación científica y el enriquecimiento del conocimiento sobre la historia más antigua del territorio.
Tal y como ha señalado el obispo en su intervención, Begoña «es como un faro que ha irradiado su luz y sigue marcando el rumbo mucho más allá de lo que imaginamos». Por lo tanto, profundizar en sus orígenes, «nos permitirá ampliar el alcance y la fuerza de ese faro. En primer lugar, para toda Bizkaia, porque es probable que las investigaciones que se van a emprender nos permitan alumbrar aspectos clave de nuestra propia historia, pero no tengo dudas de que también servirá para alumbrar mucho más allá de nuestras fronteras».
Fases de la excavación
Antes del inicio de la excavación como tal, está previsto realizar una prospección geofísica con el fin de generar un mapa simplificado del subsuelo que ayude a concretar y perfilar el proyecto de ejecución de la excavación.
Este proceso que, se iniciará antes de verano, trata de introducir una sonda en el subsuelo para extraer un testigo o columna estratigráfica que permitirá conocer a que profundidad se encuentra la roca base del terreno y cuál es la potencia de las capas intermedias de ocupación humana que se ha acumulado a través de los siglos.
Una vez finalice esta fase previa y se analicen sus resultados, la Institución Foral dará comienzo a la excavación.
No sabemos lo que vamos a encontrarnos aquí, pero sí sabemos lo que estamos buscando. Con respeto, con mucho afecto y con mucha emoción. Buscamos las raíces más profundas de nuestra fe cristiana en el territorio y los orígenes más antiguos de poblamiento como comunidad.
Alberto Santana
La excavación, que requerirá de un año de plazo, se desarrollará en cuatro zonas distribuidas en 1.100 metros cuadrados del interior de la basílica de Begoña y en cada una de ellas se intervendrá durante un período de tres meses.
La primera zona se centrará en la nave Sur; la segunda zona, en la nave Norte; la excavación de los tres tramos de la cabecera de la nave central abarcará la tercera zona; y, por último, la cuarta sección se centrará en la excavación de los tres tramos de los pies de la nave central.
Aislamiento de los elementos muebles
En el periodo en el que se trabaje en estas zonas se aislará visual y acústicamente el área de trabajo de los investigadores, se implementarán las medidas de seguridad necesarias y se realizarán las acciones previas correspondientes, incluyendo la protección de los elementos muebles que no vayan a retirarse –como retablos y cuadros, entre otros–.
Además, en todas las fases de trabajo, la zona afectada por las excavaciones se aislará del resto del templo con paneles de madera recubiertos de lona serigrafiada con la imagen de las partes que queden ocultas por la intervención, de forma que las personas visitantes no pierdan la perspectiva integral de la iglesia.
Y para que la investigación no interfiera en el culto, el acceso de las personas usuarias al templo será distinto del habilitado para el uso por parte del personal investigador.
Finalizada la intervención arqueológica de cada fase, se prevé reponer el pavimento afectado y, en función de los resultados de la investigación, también se contempla la instalación de una subestructura ligera para apoyar un pavimento flotante que permita el acceso al espacio subterráneo en el futuro.
La excavación arqueológica contará con un equipo de 10 profesionales de la arqueología asistidas por personal auxiliar.
Estudios posteriores a la excavación
Una vez finalizada la excavación, la Institución Foral pondrá en marcha el estudio posterior a la misma con el fin de obtener una muestra completa de la evolución del poblamiento y de la población de Begoña.
La excavación irá unida a un plan de estudios y análisis de laboratorio, para convertir el registro arqueológico obtenido en los trabajos de campo en información histórica.
Los estudios habituales que conlleva una excavación (análisis de la estratigrafía, de las estructuras y de los materiales recuperados) se completarán con estudios específicos en materias como la arqueobotánica, la paleogenética, ADN, o el análisis de isótopos, entre otros, para lo que el estudio contará con especialistas en distintas disciplinas.
FUENTE: bizkeliza.org